Fresco de Juan de Aranoa
Fresco de Jenaro de Urrutia
RESTAURANTE LUCIANO
El restaurante Luciano tiene sus orígenes en el antiguo Txakoli de Luciano Aguirrebalzategui y de Paulina Beica, que fue derribado en 1909 y fue motivo de su traslado a Barrenkale 40, donde instalaron una taberna.
José Arrue pintó los lienzos de escenas campestres que presidían el comedor y contenían el lema de Luciano: “Comáis, bebáis y paguéis”.
En 1930 abrieron un comedor en el número 38, al otro lado del cantón, y pocos años después, en 1934, adquirieron la lonja y el primer piso del número 36 de Barrenkale. Encargan la obra al arquitecto Tomás Bilbao, quien a su vez cuenta con Juan de Aranoa, Jenaro de Urrutia y Nicolás Martínez Ortiz de Zarate para pintar los frescos que decorarían los comedores. La vidriera de casi 7 metros de ancho que adorna el comedor del primer piso fue realizada por Vidrieras de Arte.
Dadas las dotes culinarias de la familia de Luciano y su creciente fama y reputación, acudía cada vez un mayor número de clientela. Muchos conocidos políticos, toreros y artistas famosos, como Ava Gardner, Ernest Hemingway y Lauren Bacall, visitaron el Luciano, que se convirtió en un reconocido punto de encuentro tanto para clientes nacionales como internacionales, hasta su cierre en 1970.
En 1995 adquirí este lugar y lo convertí en mi estudio y mi casa.
Fresco de Jenaro de Urrutia
Vista desde dentro de la vidriera realizada por Vidrieras de Arte S.A. en 1934 y restaurada en 2013
Postales del tríptico de José Arrue “Comáis, bebáis, paguéis”. Copa y plato del restaurante Luciano
Carta del restaurante Luciano
Vista desde afuera de la vidriera restaurada en el verano de 2013
RESTAURANT “LUCIANO”
Fresco de Juan de Aranoa
RESTAURANTE LUCIANO
El restaurante Luciano tiene sus orígenes en el antiguo Txakoli de Luciano Aguirrebalzategui y de Paulina Beica, que fue derribado en 1909 y fue motivo de su traslado a Barrenkale 40, donde instalaron una taberna.
José Arrue pintó los lienzos de escenas campestres que presidían el comedor y contenían el lema de Luciano: “Comáis, bebáis y paguéis”.
En 1930 abrieron un comedor en el número 38, al otro lado del cantón, y pocos años después, en 1934, adquirieron la lonja y el primer piso del número 36 de Barrenkale. Encargan la obra al arquitecto Tomás Bilbao, quien a su vez cuenta con Juan de Aranoa, Jenaro de Urrutia y Nicolás Martínez Ortiz de Zarate para pintar los frescos que decorarían los comedores. La vidriera de casi 7 metros de ancho que adorna el comedor del primer piso fue realizada por Vidrieras de Arte.
Dadas las dotes culinarias de la familia de Luciano y su creciente fama y reputación, acudía cada vez un mayor número de clientela. Muchos conocidos políticos, toreros y artistas famosos, como Ava Gardner, Ernest Hemingway y Lauren Bacall, visitaron el Luciano, que se convirtió en un reconocido punto de encuentro tanto para clientes nacionales como internacionales, hasta su cierre en 1970.
En 1995 adquirí este lugar y lo convertí en mi estudio y mi casa.
Fresco de Jenaro de Urrutia
Fresco de Jenaro de Urrutia
Vista desde dentro de la vidriera realizada por Vidrieras de Arte S.A. en 1934 y restaurada en 2013
Postales del tríptico de José Arrue “Comáis, bebáis, paguéis”.
Copa y plato del restaurante Luciano
Carta del restaurante Luciano
Vista desde afuera de la vidriera restaurada en el verano de 2013.